Sobre el poco respeto por los que leen,
y por ende de los que escuchan y miran
si estás al servicio del amor
que sientes por ti mismo y tus divinas
palabras.
Primero, por empezar por algún punto, leo cualquier
suplemento o revista de cultura que me cae cerca. Para mí la cultura es muy
importante.
La cultura es la herramienta más poderosa de que disponemos
para alejarnos del animal irracional que llevamos dentro. Entretiene, enseña y
forma. Sobre todo a los que no lo están y están en vías de estarlo. O sea, la
juventud. Los niños. Esas criaturas.
A nadie se le escapa que el hombre, como todo ser vivo,
ejerce el poder. Porque poder es que en caso de haber una oportunidad y dos
optantes, el que tiene el poder se quede con ella. Ese poder se ejerce también
en la cultura. Hay brujos en todos los nichos sociales existentes.
El Cultural es uno de esos suplementos culturales que suelo
leer, aunque tengo que confesar que ya hace bastante tiempo que lo leo con el
ánimo del que se acerca a un cortijo a echarle un vistazo a las ocurrencias del
cacique. Donde hay un cacique hay desfachatez.
Ahora que estamos en la posmodernidad y la posverdad, la desfachatez
parece ser la tercera esquina del poder. La desfachatez es la acción del
desfacha. Un desfacha es un facha pasado de rosca. Se pasan de rosca y
adquieren holgura mental porque su mediocridad ha rebasado sentinas y aunque
permisible no es adorable y eso afecta al engranaje. En el Cultural suelen
escribir unos cuantos. Yo me relamo cuando lo compro. A ver que hay este
sábado. Y casi nunca decepciona. Luis María Ansón siempre está al pie del
cañón. Hable de lo que hable, él estuvo allí o él cenó con el protagonista del
artículo o él lo saco por primera vez en el ABC verdadero y lo sabía Juan III.
¿El qué? ¿Da igual? La cosa es poner Juan III, que es su rey particular que se
moja como los demás. Y además, como es el amo, su artículo es el primero siempre. Bajo el marvete de "Primera Palabra". Si es que.
Este es un ejemplo de humildad que los jóvenes lectores que se asomen al suplemento
enseguida captan.
Y ha sido eso, pensar en los jóvenes y en la labor de
formación y de acceso al conocimiento que la cultura procura lo que me ha
llevado a cogerme un cabreo de la leche. Y eso que hago meditación. Pero nada. El motivo o motivos.
Hay en la revista un pequeño artículo de Arcadi Espada, ese
que si no suelta una docena de butades al día o trece personas no se han vuelto
a mirarle cuando pasa con la falda almidoná y los nardos en la melena, no
duerme en paz. Ese que debe pensar que más vale que te insulten que te nada. Pues
este insigne ególatra hace elogio de otro par, de él, del desnortamiento, el
insulto, el egocentrismo y el “qué guapo que soy que colonia que meo”, nada
menos que FJL, que se ve que ha escrito un libro sobre el comunismo que es la
hostia. Que FJL escriba un libro sobre el comunismo viene a ser como si Felipe VI
escribe algo sobre el republicanismo o un socio del KKK algo sobre los negros.
O sea, imparcial de entrada de la muerte. Un joven, en plan saltamontes coge,
de maestro tutor a Arcadi Espada por la mañana y a FJL por la tarde y ríete tú
de las consecuencias de ver “Sálvame de luxe”, “Supervivientes”, “Mujeres y
hombres y al revés”, “First dates” y “Gipsy King” a la vez y sin condón.
Pues este sábado se ve que no era todo y ya entré a cerebro
fuera de parámetros en la entrevista a Ignacio Gómez de Liaño, que se ve que es
muy leído, muy viajado, muy expulsado y algunos “muy” más y que durante la
entrevista que le hacen se ve que suelta, así al menos lo transcribe el
entrevistador, esto:
“…y viendo (él) la semejanza de
todos los seres humanos no podía menos que pensar (él) en lo grotesco que es el nacionalismo fragmentario
y disgregador que en España enarbolan los nacionalistas catalanes, vascos y ESA
NUEVA FORMA DE LA ULTRADERECHA QUE REPRESENTAN EL PSC Y PODEMOS. ¿Se puede ser
más ignorante?...”
No tiene desperdicio.
Yo no sabía que hubiese nacionalismos que no fuesen
fragmentarios y disgregadores. Aunque vengan de la China, de Rusia o del planeta
Tierra todos los nacionalismos son excluyentes y por lo tanto fragmentarios y
disgregadores. Está en su jodido ADN. El español , que no menciona, también.
Pero lo que desde luego no hubiera imaginado nunca es que el
PSC y Podemos son de extrema derecha. Ni borracho, hasta el culo de coca y con
una docena de pastillas de LSD se me hubiese escurrido.
Y luego acaba con esa maravillosa pregunta. ¿Se puede ser
más ignorante? No sé si tendría en esos momentos alguna calavera en la mano.
Me estaba descojonado tanto que vino un municipal y me
amenazo con hacerme el boca a boca si no me comportaba.
Ahora en serio. Un joven que está aprendiendo coge hoy El
Cultural y se queda confuso hasta la jubilación, que ya pasa a estar fuso.
Ahora más en serio. La mediocridad es como la miopía, todos
tenemos algo, y si te haces cargo del asunto y te acercas pues ves mejor. Pero si
te crees que ves de puta madre y vas de genial por la vida, sólo abres surcos
que parecen montañas rusas tumbadas. Y si haces las genialidades en la
intimidad pues no pasa nada pero si te das un altavoz y vas de vocero del
reino, hay gente que oye y es muy penoso. Y perjudicial.
Así que advertencia: si te acercas a El Cultural que tu
estado de ánimo sea un cruce entre cuando te acercas a El Jueves y a un catálogo
de Los testigos de Jehová, aunque El cultural aspire a ser la esfinge de Guiza.
Hablan de cultura pero no te tomes lo que dicen al pie de la letra. Piensa que
la vanidad no descansa.
Siempre que acabo de repasar este sabrosísimo ejemplo de
manipulación y tergiversación cultural me hago dos preguntas:
¿Cómo ha podido pasar?
¿Cómo es posible que sábado tras sábado Ignacio Echevarría
escriba en él y brillando como una luciérnaga entre escarabajos peloteros,
sobreviva sin perder el norte?
Si no me creen lean la bibliografía.
Bibliografía: El Cultural del 6-12 de Julio de 2018.