En la mente de los impulsores de PODEMOS está la idea del
ciudadano como causa del proyecto. Que no cambie.
Me propongo reflexionar sobre la manera en que PODEMOS debe
completarse como proyecto político ciudadano, al verse frente a lo que se ha
dado en llamar el problema catalán. No resido en el País Vasco y aunque estoy
al tanto de sus aspiraciones, no puedo valorar de primera mano su cotidianidad,
pero sospecho que el posicionamiento de PODEMOS debe ser muy parecido en una y
otra autonomía.
Para ello voy a establecer unos supuestos que creo básicos y
que considero que están en la raíz de PODEMOS.
1) PODEMOS no es independentista.
2) PODEMOS no explotará la idea de una
España soberana a costa de sacrificar el entendimiento con Catalunya y País
Vasco con el fin de recabar votos en el resto del Estado.
3) PODEMOS no olvidará que en su esencia
está el empoderamiento, y por lo tanto el derecho a decidir, del ciudadano.
4) PODEMOS no contempla el territorio si
no como lugar geográfico en el que los ciudadanos ejercen sus derechos, pasando
estos a ser prioritarios frente a aquel.
A partir de aquí se trata de conseguir que la ciudadanía de
Catalunya esté a gusto en el Estado Español sin por ello otorgar privilegios a ésta
ni menoscabar frente a ella al resto de la ciudadanía del Estado.
Para ello lo primero que tiene que suceder, y aquí creo que
no sólo mucha parte de la base del partido si no también algunos de sus
dirigentes, deben empezar a contemplar la independencia de cualquier parte del
Estado Español como algo, no diría natural, pero si absolutamente normal toda
vez que cuando se produzca será porque un amplia mayoría de los ciudadanos de
esa parte del Estado así lo ha decidido.
Una posición coherente y de sentido común frente a las
aspiraciones de los ciudadanos nos indica que mientras es de todo punto lógica
y racional una consulta en todo el Estado Español para reformar la
Constitución, es delirante pensar en que hay que consultarle a los canarios si
Catalunya puede independizarse o no. No se hace ese planteamiento de consulta
general en Canadá cada vez que el Quebec quiere manifestarse en ese sentido, no
se ha planteado en Gran Bretaña en el reciente referéndum sobre Escocia y sólo
en una película disparatada y cómica se plantearía el plebiscito de la manera
que el PP lo hace en España.
Sólo olvidándonos de la idea mítica de una España inventada,
que roza la idea “joseantoniana” de algo “con destino en lo universal”, que a
saber qué querrá decir eso, y contemplando nuestro territorio como algo al
servicio de sus ocupantes en pos de la consecución de una sociedad justa, libre
e igualitaria conseguiremos que todas las culturas y los pueblos que
actualmente componen el Estado Español se sientan a gusto dentro de él. Y sin
garantías de ningún tipo creo que ese es el camino adecuado para que el llamado
“problema catalán” o “problema vasco” pasen a ser peculiaridades del Estado
Español.
Y en aras de ese objetivo podíamos empezar, como partido, por
reclamar para el Congreso la posibilidad de que los diputados presentes en
él puedan expresarse en sus idiomas
maternos y no imponerles el castellano que no necesita de manifestaciones
imperialistas para ser el idioma vehicular de todo el Estado.
Y así como no puedo garantizar que los afanes
independentistas desaparecerían con este posicionamiento, sí que puedo
garantizar que el porcentaje de los descontentos y afines al independentismo
descenderían. Porque al fin y al cabo lo único que se pide desde estas dos autonomías
de históricas reivindicaciones es que se las trate con respeto y no como
terreno conquistado que muchas veces es lo que trasmiten las políticas del PP,
que unidas a las vacilaciones permanentes del PSOE han contribuido al caldo de
cultivo que actualmente tenemos en estas dos autonomías y en el que se
revuelcan CiU y ERC que, en vez de estar resolviendo los problemas cruciales
que tenemos los catalanes, llevan camino de ser pasto de los diarios
sarcásticos y satíricos del país en vez de ser noticia en la sección de
Política de los diarios generalistas.
PODEMOS se caracteriza por traer ideas de verdadera
democratización de la sociedad y de saludable participación de la ciudadanía en
la política de cada día. Sigamos también por ese camino para resolver de una
vez para siempre el problema de encuadre de todos y cada uno de los pueblos que
componen el Estado español.
La amplia aceptación que en Catalunya y el País Vasco está
teniendo el partido no se puede desperdiciar cayendo en tentaciones que no
concuerdan para nada con la idea de lo que es PODEMOS. En cada una de las dos
autonomías hay muchos ciudadanos que están esperando los siguientes pasos del
partido, en este aspecto, para arrimar definitivamente el hombro o para
desentenderse del proyecto. Gente que, por otro lado, ya está acostumbrada a la
desafección. No les defraudemos otra vez.
Un saludo , Si la España de las próximas décadas se caracterizará por ser la España de las nacionalidades ,en libertad no cuela eso de somos una sola nación con una sola "raza" la española y con un solo idioma el español ...que como España !! es otro cuento pues de sobra sabemos que es el castellano y que España es solo una idea que nos une a todos en un proyecto común ...es lo que tiene la libertad democrática que cada uno quiere su espacio en el universo .....
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