Domingo
por la mañana, expedición
en grupo
al cementerio civil de Madrid,
a
visitar la tumba de Baroja y Pablo Iglesias,
esta
última cubierta de flores y rodeada
de
gentes – hombres y mujeres del pueblo,
algunos
con hijos. Emocionante.
2 de
Noviembre de 1959.
De “Diario”
1956-1985, de Jaime Gil de Biedma.
PSOE a la naranja y Felipe
González y Alfonso Guerra de camareros. Esos camareros bordes, quemados, que
llevan sirviendo mesas más años que tienen y que se permiten el lujo de mandar
más que el dueño.
Y es
que al PSOE le iba saliendo todo bien, se iba escaqueando y parecía que seguía
siendo lo que ya hace lustros que dejo de ser, pero se le ha visto el plumero.
Ya
desde los comienzos de la Transición el PSOE empezó a jugar a ser de izquierdas
y a actuar como si fuera de derechas, liberal, haciendo sufrir al obrero
español reconversiones brutales y privando a las arcas públicas de pingües
beneficios al privatizar empresas del Estado muy solventes. Y además no dejando
levantar cabeza al PCE, del que primero se dijo desde sus filas que daba miedo
y luego, cuando dejo de meterlo, se inventaron lo del voto útil, y total, que
por una razón o por otra el PSOE reinaba en la izquierda del panorama político
español. Y nadie le enmendaba la plana ni lo ponía en evidencia.
Y hay
que admitir que esa falta de decisión en el rumbo le ha procurado sus crisis y
que Zapatero por ejemplo ejerció como hombre de izquierdas durante un tiempo,
tonto pero de izquierdas.
Pero
ahora está en una tesitura en la que si pasase a llamarse Partido Demócrata, a
semejanza de los USA, sería lo suyo.
Un
ahora en el que tiene dos opciones. O con Ciudadanos. O con Podemos. O Partido
Demócrata. O Partido Socialista Obrero Español.
Pero
para Podemos resulta bien a las claras que no está. Que este PSOE hable de la
unidad de España y parezca que habla el PP, es ya una indicación de hasta qué
punto ha perdido este partido su identidad socialista. Llegan a hablar de un
referéndum en Catalunya, sí, pero que voten también los canarios. Que es lo que
dice alguien que quiere bloquear el que los catalanes elijan su propio
destino…que se lo elijan los demás. Peregrina idea. Ni pasa en Canadá con el
Quebec, ni ha pasado en Inglaterra con Escocia.
Hace
poco oí a uno de sus dirigentes decir que eran socialdemócratas tras haber
hecho una exposición netamente liberal. No saben ni dónde están, pero sí que
saben lo que quieren: Gobernar. Lo que tampoco tienen muy claro es para qué.
Pues después de las oportunidades que han tenido y lo que han hecho todo está
muy confuso. Y lo peor es que a Pedro Sánchez se le escapa a borbotones por el
rostro esa falta de convicción. Y unas veces grita y otras habla bajito. Y unas
va con corbata y otras sin. No así a Susana Díaz que le sobra convencimiento y
le falta socialismo. Confunde España con Andalucía y sus aspiraciones con lo
que es bueno para los españoles. Lo de que está en un partido que es socialista
ni lo debe contemplar más allá de mirar a Pedro Sánchez como un león hambriento
a un cervatillo con mochila y sonrisa forzada. Ella está en su guerra.
Y todo
a causa de Podemos. No hay nada mejor para ver el color negro que ponerlo al
lado del blanco. O ver que el rojo no es tan rojo cuando se pone al lado del
morado.
Todo el
sentido común que derrocha Podemos desde su análisis izquierdista de la
situación y las posibles soluciones a los problemas que nos acongojan ponen en
un brete al PSOE. Esto no puedo. Aquello tampoco. Esto sí pero. Imposible
gobernar juntos.
Así que
queda Ciudadanos, contando con que el PP trague. Que todo podría ser, porque
estos días el PP ha entrado en una vorágine que sólo falta que aparezca Aznar
disfrazado de Cid Campeador y tenemos el sainete montado.
A
Ciudadanos todo le vale. Recién llegado a la fiesta lo que quiere es bailar y
como no tiene pasado pues cuenta lo que quiere. Y todos deben mantener aquello
de la inocencia hasta que no se demuestre lo contrario, aunque ya su opinión de
la unidad de España marca paquete. Pero por ahora es precisamente ese virgo sin
estrenar el que el permite al PSOE dar unos pasos de baile, como si se
conociesen de toda la vida. Aunque lo que si sucede es que comparten rival. El
PP significa lo mismo para los dos. Para uno por costumbre y para otro por
modos y maneras. Porque Ciudadanos no engaña ni a Zapatero, que fue el último
español en ver la crisis en la que estábamos, incluidos los que empezaron a ver
sus abuelos más de lo acostumbrado.
Resumiendo,
si no hay elecciones en Junio es que el PSOE se lo ha montado con Ciudadanos
porque el PP ha optado por seguir siendo el más votado aunque no gobierne, que
no gobernar porque ha dejado de ser el más votado, que todo podría ser en unas
hipotéticas elecciones viendo la caída libre en la que parece que está
entrando. Además siempre puede dar la murga con lo de ser el más votado y no
gobernar y mostrar músculo en el Senado dónde es mayoría.
Y será
el final de un cuento que tras los años que gobierne de manera tan antinatural
el PSOE, quedará más o menos así.
Pablo
Iglesias, el primero, se encontró un partido. Indalecio Prieto y Largo
Caballero fueron a por leña, Franco lo puso en conserva. Felipe González lo
descongeló al calor del microondas de la Transición. Zapatero lo maceró y Pedro
Sánchez, cual jugo gástrico……lo aderezó con Ciudadanos. Entonces,Pablo Iglesias,
el de ahora, llegó y se lo comió*
No es
un cuento original, tengo que confesarlo. Es una versión de un cuento popular
de Grecia, en cuyo idioma PSOE se dice PASOK.
*Viendo
como se cierra “el círculo”, nótese como todo casa, habrá que aceptar que el
que el padre de Pablo Iglesias llamase así al niño era por algo. Debe tener
dotes clarividentes.