Y por mi parte con mayor
razón.
Yo no sé el tiempo que llevo
pidiendo y clamando por las RRSS y a todo el que me quiere oir que a ver cuando
el PP soltaba el lastre que le pasó Alianza Popular y que venía de la larga
agonía del dictador que dio tiempo a todos para esconderse y camuflarse bajo su
paraguas de demócratas de pacotilla. A esperar mejores tiempos. Estos no han
llegado, pero al lastre parece que sí y ha salido a cielo abierto, a respirar,
que con Mariano Rajoy se estaban ahogando. Tan pocos huevos, tanta dejadez, tan
poca intrepidez… insoportable… así, quién reconquista nada.
Hasta ahora el PP ha sido una
coctelera, eso sí, todo sabores de derechas, revueltos. Era como una especie de
“fuerte del Oeste” en el que se refugiaban liberales ilustrados, pocos,
conservadores acérrimos tirando a reaccionarios, los más, y reprimidos
fascistas, bastantes, como se irá viendo en las sucesivas elecciones. Una
mezcla que ha ido mal aguantando el acoso del exterior que disfrazado de
Democracia exigía claridad, otro uniforme y la exigencia interna que no
entendía algunas cosas.
Cuando llegó el comandante
Aznar y se marcho el bamboleante franquista, parece que las aguas se amansaron
y hasta se permitían hacer excursiones de postín como la de las Azores, al
precio elevado de unos cientos de muertos en Atocha. Pero todo sea porque el
capitán luciese medallas en los USA.
Consiguió este insigne y
postinero militante de sí mismo y poco más, la famiglia, todos colocados oiga
usted, a la mujer la saco de los salones y la hizo alcaldesa de Madrid, nada
menos, consiguió, decía, un mortero, tipo “loctite”, compuesto de una mezcla en
frío de autoritarismo y corrupción a tutiplén que lo pegaba todo y así el
fuerte pasó años de gloria por fuera pero de absoluta podredumbre por dentro.
Se olía pero no se veía.
Después llegó el sustituto
del insigne capitán y esto ya fue otra cosa. Lo del autoritarismo era muy
cansado. Lo de la corrupción, pues si ya está, que siga. Además los pieles
rojas de Catalunya con constantes ataques no dejaban tiempo ni para leer el
Marca. Y claro, tras la empalizada empezó la tensión. Si añadimos que había
algún civil que investido de juez se ponía de parte de los indios, pues ya me
dirá usted.
De fuera vendrá quien te
espabilará.
Llegaron los del uniforme
naranja. Venían desbravados de las Terra Mitja, acostumbrados a la nada o lo
poco, vieron que esto era otra cosa. Aquí se podía pescar. Ni cortos ni
perezoso vieron hueco y por él se colaron. Estaban dentro. Con un plasma no se
paran sartenazos, eso lo sabe todo el mundo.
Ciudadanos, contra la opinión
de algunos, nunca ha sido hijo del PP, ni tan siquiera simpatizantes. Un joven
y un viejo tienen poco que compartir. Y si son familia lejana, menos. Así que
el joven se metió en el fuerte y le dijo al viejo, tienes corrupción hasta en
los dientes. Y era verdad. Mucha corrupción. Carretadas de corrupción. Claro,
el joven, como no había comido presupuestos, pues los dientes los tenía muy
sanos. Veremos qué pasa cuando el tiempo vaya pasando. Fuera como fuese, había
confusión en el fuerte, que llamaremos de la derecha, y como resultado de ella
el capitán se piró, tal cual Pascual, como lo oyen. ¡Ahí os quedáis! ¿Para qué
me metería yo en esto?
Una vez dentro Ciudadanos
recibía suministro constante. Vírgenes y liberales. ¿Para qué más? El Capital
se volvió gilipollas. Todo lo que necesiten.
¿Qué pasó? Que si te atacan
desde fuera te distraes, dispersas las fuerzas, las defensas no son uniformes,
vacías la extrema-derecha porque piensas que ahí ya no hay ni Dios, y la cagas.
Se produce la infección, se hace fuerte, se abre la herida mal cerrada en
Noviembre de 1975 y esta comienza a supurar por donde puede. Más concretamente
por Andalucía.
Y empieza a salir el pus. ¡Tachan!,
ha llegado VOX. ¡Ya era hora, coño!.
Esperanza Aguirre debe estar
que trina, la fiesta empieza y ella ya no está. Ahora que van a empezar a poner
“agarrado” otra vez, a ella nadie la va a sacar a balar, ¡ojo!, no me he
equivocado, balar de oveja cabreada. O quizás sí, pero será para un pasodoble,
nada de meter mano. El tiempo no pasa en balde. Aunque yo, de Presidenta
Honoraria de VOX la veo. Vamos que si la veo. Es que le queda que ni hecho para
ella. Veremos.
Continuará….
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