Digo yo que será por eso. Que si
hubiera ido a misa y hubiera escuchado al sacerdote en el sermón, igual,
después, oyendo el telediario todo hubiera tenido otro color. Sobre todo si el
sacerdote no ha estado nunca acusado de pederastia, que es posible. O de
entrometerse en los asuntos políticos del país, que eso ya es más difícil.
Un sermón, de estos
consoladores, que animan a la resignación y a aceptar los designios de Mariano
Rajoy y pandilla porque aunque no lo creamos son los designios del Señor, que
los otros designios, los de los rusos en Ucrania, por ejemplo, esos no, esos
son del diablo. Que hay que saber diferenciar. Y eso, aunque parezca mentira,
no se consigue con una buena formación universitaria o leyendo y conversando
con los que saben e informándote en los periódicos. No, eso se consigue escuchando
a tu párroco más próximo. Fíjate tú.
En total, que estaba escuchando
las noticias y se me fueron acumulando las sensaciones de tal manera que llegó
un momento en que no daba abasto al montón de emociones que me iban embargando.
Así que las apunté para no terminar desahuciado. Y me quedé con las cinco más
coloristas por llamarlas de algún modo que no tiene nada que ver con lo que
habría que llamarlas pero que uno lo hace por no ser tachado de grosero,
vulgar, malhablado e insultón. Sin perder de vista el hecho de que hoy en día
en España se empieza a matar dónde antes te escupían.
Para hablar de la primera hay
que ir hasta Sudán y ponerse a pensar en una mujer embarazada que está en la
cárcel con otro hijo de veinte meses acusada de haberse casado con un cristiano
siendo musulmana. La han juzgado y condenado a muerte. A su marido le han dicho
que sus hijos ya no son suyos. Mientras nuestro rey, algunos ministros y
bastantes empresarios están por el Oriente Próximo, cuna de la esponsorización
islámica por todo el planeta, haciendo negocios. No sé si Juan Carlos en la
letra pequeña del contrato del Ave a La
Meca habrá metido algo al respecto. O estará perdido con tanto harén…digo arena
y se le habrá pasado por alto.
Tambaleándome por el
comportamiento tan piadoso de los musulmanes sudaneses retorno a España, más en
concreto, a esa parte de España que quiere dejar de serlo y que se conoce como
Catalunya y oigo que le han cortado una rama al “Pi de las tres branques”,
especie de emblema nacional del sentimiento catalán. Ahora es el “Pi de las
dues branques”. Estoy pensando que tiene que haber sido un alcornoque el que se
ha atrevido a hacer eso, conocida es la rivalidad entre los pinos y los
alcornoques, cuando sale una señora catalana muy compungida y dice que su
sentimiento es el mismo que si hubiera fallecido un familiar. Yo no sé qué
dirán sus familiares. El hecho incontrovertible es que el alcornoque que ha
cortado la rama ha conseguido lo contrario de lo que pretendía. Ahora el “Pi de
las tres branques” tiene “mes branques que mai” e incluso hay otro Pi con tres
branques en el banquillo por si hace falta. Y es que a un alcornoque, aunque es más
que un olmo, no le vas a pedir peras.
Todo lo contrario de lo que
puedes hacer con un suizo. Al que si puedes pedirle que vote en contra de tener
un salario mínimo de más de tres mil doscientos euros. Esta es la tercera
noticia. Han pasado un referéndum a todos los suizos para decidir si quieren
subirse el salario mínimo interprofesional. Han dicho que no, porque eso
dificultaría a los empresarios el hecho de poder contratar trabajadores. Tanta
delicadeza del trabajador hacia el empresario sólo se puede dar en un país que
vive a costa de la sangre y el sufrimiento del resto de los seres humanos. Son
de otro planeta. Estamos tan lejos en España de hacer un referéndum de
parecidas características que estoy en un tris de ponerme a llorar a moco
tendido. Claro que tampoco vivimos de la opacidad financiera, si no en la evasión financiera. Que viene a ser cáncer contra resfriado.
Pero a cambio sí que matamos a
la presidenta de la diputación de una ciudad de provincias por maltratar a
nuestra niña y además al día siguiente de su muerte pintamos en el lugar en el
que ha sido tiroteada que allí mismo, qué casualidad, ha muerto un bicho.
Así que puestas como están las
cosas veo de lo más natural, ya que hay que sobrevivir, que una jueza argentina
empiece por el País Vasco a interrogar a testigos para poder decidir qué hacer
sobre una denuncia que varios españoles han puesto en Argentina contra las
autoridades españolas en lo tocante a recuperar los cadáveres de los familiares
muertos durante nuestra Guerra Civil y que todavía andan, es un decir, por las
cunetas. No sé los jueces españoles cómo verán el asunto. Si les dará más
vergüenza que pena o se sonrojaran más que se llamaran Antana que se decía
antiguamente.
Menos mal que después ya viene
el Tiempo y parece que mañana lunes no
lloverá. Porque también es venir todo de culo que Nadal haya perdido en Roma
frente al serbio Djokovic.
Y pensar que si hubiera ido a
misa todo esto que ha pasado ahora me importaría una mierda por el solo hecho de
saber que Dios así lo ha decido. Un desconsuelo.
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