viernes, 19 de febrero de 2016

¿Qué hay hoy para gobernar? PSOE a la naranja.




Domingo por la mañana, expedición
en grupo al cementerio civil de Madrid,
a visitar la tumba de Baroja y Pablo Iglesias,
esta última cubierta de flores y rodeada
de gentes – hombres y mujeres del pueblo,
algunos con hijos. Emocionante.
2 de Noviembre de 1959.
De “Diario” 1956-1985, de Jaime Gil de Biedma.


PSOE a la naranja y Felipe González y Alfonso Guerra de camareros. Esos camareros bordes, quemados, que llevan sirviendo mesas más años que tienen y que se permiten el lujo de mandar más que el dueño.
Y es que al PSOE le iba saliendo todo bien, se iba escaqueando y parecía que seguía siendo lo que ya hace lustros que dejo de ser, pero se le ha visto el plumero.
Ya desde los comienzos de la Transición el PSOE empezó a jugar a ser de izquierdas y a actuar como si fuera de derechas, liberal, haciendo sufrir al obrero español reconversiones brutales y privando a las arcas públicas de pingües beneficios al privatizar empresas del Estado muy solventes. Y además no dejando levantar cabeza al PCE, del que primero se dijo desde sus filas que daba miedo y luego, cuando dejo de meterlo, se inventaron lo del voto útil, y total, que por una razón o por otra el PSOE reinaba en la izquierda del panorama político español. Y nadie le enmendaba la plana ni lo ponía en evidencia.
Y hay que admitir que esa falta de decisión en el rumbo le ha procurado sus crisis y que Zapatero por ejemplo ejerció como hombre de izquierdas durante un tiempo, tonto pero de izquierdas.
Pero ahora está en una tesitura en la que si pasase a llamarse Partido Demócrata, a semejanza de los USA, sería lo suyo.
Un ahora en el que tiene dos opciones. O con Ciudadanos. O con Podemos. O Partido Demócrata. O Partido Socialista Obrero Español.
Pero para Podemos resulta bien a las claras que no está. Que este PSOE hable de la unidad de España y parezca que habla el PP, es ya una indicación de hasta qué punto ha perdido este partido su identidad socialista. Llegan a hablar de un referéndum en Catalunya, sí, pero que voten también los canarios. Que es lo que dice alguien que quiere bloquear el que los catalanes elijan su propio destino…que se lo elijan los demás. Peregrina idea. Ni pasa en Canadá con el Quebec, ni ha pasado en Inglaterra con Escocia.
Hace poco oí a uno de sus dirigentes decir que eran socialdemócratas tras haber hecho una exposición netamente liberal. No saben ni dónde están, pero sí que saben lo que quieren: Gobernar. Lo que tampoco tienen muy claro es para qué. Pues después de las oportunidades que han tenido y lo que han hecho todo está muy confuso. Y lo peor es que a Pedro Sánchez se le escapa a borbotones por el rostro esa falta de convicción. Y unas veces grita y otras habla bajito. Y unas va con corbata y otras sin. No así a Susana Díaz que le sobra convencimiento y le falta socialismo. Confunde España con Andalucía y sus aspiraciones con lo que es bueno para los españoles. Lo de que está en un partido que es socialista ni lo debe contemplar más allá de mirar a Pedro Sánchez como un león hambriento a un cervatillo con mochila y sonrisa forzada. Ella está en su guerra.
Y todo a causa de Podemos. No hay nada mejor para ver el color negro que ponerlo al lado del blanco. O ver que el rojo no es tan rojo cuando se pone al lado del morado.
Todo el sentido común que derrocha Podemos desde su análisis izquierdista de la situación y las posibles soluciones a los problemas que nos acongojan ponen en un brete al PSOE. Esto no puedo. Aquello tampoco. Esto sí pero. Imposible gobernar juntos.
Así que queda Ciudadanos, contando con que el PP trague. Que todo podría ser, porque estos días el PP ha entrado en una vorágine que sólo falta que aparezca Aznar disfrazado de Cid Campeador y tenemos el sainete montado.
A Ciudadanos todo le vale. Recién llegado a la fiesta lo que quiere es bailar y como no tiene pasado pues cuenta lo que quiere. Y todos deben mantener aquello de la inocencia hasta que no se demuestre lo contrario, aunque ya su opinión de la unidad de España marca paquete. Pero por ahora es precisamente ese virgo sin estrenar el que el permite al PSOE dar unos pasos de baile, como si se conociesen de toda la vida. Aunque lo que si sucede es que comparten rival. El PP significa lo mismo para los dos. Para uno por costumbre y para otro por modos y maneras. Porque Ciudadanos no engaña ni a Zapatero, que fue el último español en ver la crisis en la que estábamos, incluidos los que empezaron a ver sus abuelos más de lo acostumbrado.
Resumiendo, si no hay elecciones en Junio es que el PSOE se lo ha montado con Ciudadanos porque el PP ha optado por seguir siendo el más votado aunque no gobierne, que no gobernar porque ha dejado de ser el más votado, que todo podría ser en unas hipotéticas elecciones viendo la caída libre en la que parece que está entrando. Además siempre puede dar la murga con lo de ser el más votado y no gobernar y mostrar músculo en el Senado dónde es mayoría.
Y será el final de un cuento que tras los años que gobierne de manera tan antinatural el PSOE, quedará más o menos así.
Pablo Iglesias, el primero, se encontró un partido. Indalecio Prieto y Largo Caballero fueron a por leña, Franco lo puso en conserva. Felipe González lo descongeló al calor del microondas de la Transición. Zapatero lo maceró y Pedro Sánchez, cual jugo gástrico……lo aderezó con Ciudadanos. Entonces,Pablo Iglesias, el de ahora, llegó y se lo comió*
No es un cuento original, tengo que confesarlo. Es una versión de un cuento popular de Grecia, en cuyo idioma PSOE se dice PASOK.

*Viendo como se cierra “el círculo”, nótese como todo casa, habrá que aceptar que el que el padre de Pablo Iglesias llamase así al niño era por algo. Debe tener dotes clarividentes.

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