domingo, 29 de diciembre de 2013

España: Año Nuevo, ¿Año Cero?



Esta pregunta me ha asaltado mientras estaba haciendo mis abluciones laicas matinales  y ya no me ha dejado en todo el día. Y como me conozco y sé el poco control que tengo sobre mis inquisiciones, sobre todo cuando los hechos no coinciden con lo que quieren que me trague, pues me he dicho, niño, ya tienes el día.  Y así ha sido. Aunque me he puesto a Juliette Greco cantando que los domingos le parecen horribles para encontrar un poco de solidaridad, ha sido inútil. Lo del año cero dale que te pego.
Así que finalmente he sucumbido. Consúltalo.
Hasta ocho cafés me he tomado para leer los posos. Y en las ocho ocasiones la respuesta ha sido contundente:
No creo.
Pa mi que no.
Ni hablar.
Ya me gustaría.
¡Un huevo, año cero!
Va a ser que no.
¡Pringao!
¿Año Cero? ¡Año -23 Fahrenheit, que no es lo mismo!
He pensado en fumarme unos cigarrillos para leer las cenizas y acabar de confirmarlo, pero he desistido. A saber lo que dirían, siempre tan macabras. Me ha dado miedo. O igual es que soy yo, que como lo de la feria cada uno habla de ella según le va, me he dicho, tú ves desastres donde otros ven sastres, o treses.
Y me he puesto a pensar. A ver, si los posos no mienten por algún lugar tiene que haber indicios. Búscalos. Y algo he encontrado. Efectivamente, los posos estaban en lo cierto. Veámoslo.
Primera prueba. Declaraciones de Mariano Rajoy.
Como siempre, declaraciones con cierta prudencia, o falta de convicción, ¿afirmando?  que estamos saliendo de la crisis. Lo estaba queriendo creer pero va y suelta que su partido, el PP, siempre ha colaborado con la Justicia. Rebobiné, efectivamente lo había dicho. ¡Coño pues yo tenía la idea contraria! Más que nada por los intentos de torpedear la investigación sobre Bárcenas presentándose como acusación particular, la destrucción de los discos duros, los mensajes a Bárcenas diciéndole que resistiese que se hacia lo que se podía. Rebobiné y lo puse otra vez. Joder, el primer poso tenía razón. De año cero, no creo.
Segunda prueba. Ley del aborto. Ésta es fácil. Ha recibido muchas críticas porque todo el mundo ha pensado que la ley del aborto  se ha elaborado para regularizar las condiciones en que hay que abortar. Error. Esta ley pretende dificultar a la mujer trabajadora y con pocos medios que pueda abortar para que se quede en casa criando, estará ocupada y no se comerá el coco con sus derechos de ciudadana, futuros trabajadores básicos, a ser posible más de uno, que contribuirán a causar preocupación y problemas a su padre que absorbido por su manutención no sabrá ni a quién vota si es que consigue tiempo libre entre mini-trabajo y mini-trabajo que desempeñará para sacar adelante a la prole. Si alguno sale deficiente, miel sobre hojuelas. Más preocupación ajena a la política.
Esta mala fe pondrá al ministro Gallardón en pecado mortal pero no pasa nada, justo antes de morir se confiesa y listo, al cielo. El segundo poso tenía razón. De año cero, pa mí que no.
Tercera prueba. Discurso navideño del rey. Toda una tradición. Consiste en decir siempre lo mismo pero cambiando el atrezo, que es lo que mola a la audiencia que al día siguiente se hace unas pajas mentales de aúpa interpretando el color de la corbata, si estaba sentado, de rodillas o si la foto era de elefantes o de perros, y si había o no un ejemplar de la Constitución. Pero nadie de relevancia política del país dijo nada del significado de que estuviese allí a unos metros del monarca su yerno Iñaki Urdangarín, imputado por chorizo y estafador, vamos corrupto, con su esposa, con los que se disponía a cenar alguna cosilla rápida comprada unos días antes para ahorrar. Entrañable. El tercer poso tenía razón. De año cero, ni hablar.
Cuarta prueba. El paripé de las eléctricas. Que amenazaban con subir un once por cien, ¡pa meter miedo!, y en esto llega el gobierno del antifaz y rescata al pueblo y consigue un 2,3 % de subida. Y todos contentos si no fuera porque tenía que haber bajado y porque habría que garantizar que no se corte la luz a economías precarias. Por cierto, ¿alguien sabe si además de los ilustres consejeros que tienen las eléctricas hay más de siete y menos de diez ministros del gobierno con acciones de las eléctricas? El cuarto poso tenía razón. De año cero, ya me gustaría a mí.
Quinta prueba. Corta y limpia. Precisa y clara. Concisa y con decimales. El salario mínimo interprofesional se congela: 645, 30 euros. No se puede subir porque ha habido que ayudar a los bancos que este año han ganado el doble que el pasado. El quinto poso tenía razón. De año cero, ¡un huevo!
Sexta prueba. La integridad de la soberanía de la unidad de España. Esta prueba prueba por partida doble. Que la democracia es depende y que al rey ni le hace caso Artur Mas ni Mariano Rajoy. El sexto poso tenía razón. De año cero, va a ser que no.
Séptima prueba. El PSOE pide prudencia a Rajoy. Que viene a ser como si te estuvieran acezando en la nuca y tú levantases la mano para decir unas palabras. La posición del PSOE, que no oposición, de esta legislatura marcará un antes y un después en esto de qué hacer cuando vas a votar, si se lo dejas a la cara y cruz de la moneda o de una puta vez votas sin pensar en la utilidad del voto. ¡Pa lo que sirve! El séptimo poso tenía razón.  Eres un pringao si piensas que este año que viene será el comienzo de una bonita amistad entre los ciudadanos y sus derechos democráticos. Al paso que vamos ni tan siquiera nos quedará Madrid.
No me he atrevido a buscar la octava prueba pues lo de que un poso de café te suelte: ¿Año Cero? ¡Año -23 Fahrenheit, que no es lo mismo!, me pone en lo peor.
Resumiendo, este año que viene es como si no viniera y si las esperanzas que el gobierno sibilinamente está creando se ven defraudadas, sacaran más cara dura, que deben tener un manantial inagotable y alguna excusa inventaran que el pueblo crea, que dirán, estos no son ciudadanos turcos ni nosotros ministros turcos. ¿Dimitir por corrupción? ¿Cabe mayor frivolidad?
Y cualquiera se va a dormir ahora con el estado de nervios que tengo de tanto café.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Urdangarín, o quién le mandaría a él……..



Voy a reflexionar un poco sobre Iñaki Urdangarín, por dos razones.
Una. Desde que lo imputaron por corrupciones varias no dejo de preguntarme como se puede ser tan tontaina. Con todos los respetos, oye. Y debo hacer una catarsis o terminaré buscándolo para decirle,
-Pero, ¿cómo has podido ser tan tonto, cómo?
Y no me parece apropiado.
Dos. El que se haya corrompido, presuntamente, él, precisamente él, da una idea del desbarajuste que ha padecido este país en los últimos años con la administración del dinero público, o sea el dinero nuestro, de los ciudadanos. Y si no, juzguen: Un joven sanote, guapo, de buena planta, jugador de la selección nacional de balonmano, que se enamora de una princesa y que es correspondido. De un día para otro se encuentra almorzando con el rey y de farra con el futuro rey, la leche. La vida resuelta, pues no.
¿Qué vería este chicarrón del Norte durante los estíos de Mallorca para llegar a los extremos, lo dicen los periódicos, que dicen que llegó, las pruebas que tiene el juez Castro?  ¿Llegaba a un sitio, decía buenos días y le caían en las manos billetes de quinientos euros? ¿Se dieron cuenta los pájaros que pasaban el verano con la realeza  que tenía la cabeza llena de grillos y se propusieron que la tuviese llena de pájaros? ¿Tan fácil le dijeron que era? Misterio.

De todos los corruptos que asolan España, presuntos, quiero decir, Iñaki Urdangarín se lleva la palma, y no porque fuera, o es, no me acuerdo, Duque de Palma, si no por la trayectoria que ha protagonizado, viendo de donde salía y a donde ha llegado, eso sin tener en cuenta que todavía tiene recorrido, aunque se haya ido a Ginebra a cerrar los ojos y hacer como si no estuviera. La táctica del avestruz. Por mucho que entierre la cabeza en Ginebra, las pruebas las tiene el juez Castro en Mallorca, tierra de su perdición. Se siente.
Ninguno de los corruptos presuntos tenía menos necesidad que él de corromperse presuntamente. Lo tenía todo: Salud, dinero y amor. Sólo tenía que levantarse por la mañana, vestirse, lavarse los dientes, hacer sus cosas, desayunar, después cuatro cosas fáciles de hacer, comer, echar la siesta o cualquier otra cosa que quisiese echar dentro de lo permitido por la Casa Real, asistir a alguna fiesta, cenar, acostarse y así. Todo le iba a ir viniendo. Hasta podía haber llegado a ser Presidente del Comité Olímpico Internacional, que estaba encarrilado. Si lo fue el franquista, lo dice la Wikipedia, Juan Samaranch , ¿por qué no iba a serlo él? Con más razón, no ha sido diputado de las Cortes franquistas, eso seguro. Sólo tenía que hacer una cosa: Nada. O algo, no mucho, y que no fuera ilegal, o no muy ilegal, y todo lo inmoral que quisiera, Telefónica ya mandaba señales cada mes, que ahí los españoles nos metemos casi nada, entre otras cosas porque no podemos. La vida resuelta, pues no. Se metió en negociosos poco claros, aquí soy comedido, hasta las cejas y eso es meterse mucho que es muy alto.
Yo no lo entiendo a este hombre.
Comparemos.
Si no estuviera imputado, ¿qué estaría haciendo ahora mismo? Probablemente paseando tranquilamente con esos  hijos tan majos y sanos que tiene por las calles de Barcelona, saludando aquí y allá, mirando escaparates, para comprarle algo a su princesa, sin mirar mucho el precio, pues sin mangar como dicen que ha mangado, es hombre de posibles. Comer una hamburguesa mientras sale de trabajar su princesa y para casa, no sería el palacio de su perdición, pero a buen seguro, que cómodo y coquetón sería. Pensando a dónde irían a esquiar, sus hijos deseando ver a sus primos y a sus abuelos. Y a comer perdices.
Pero como sí lo está, imputado, ¿qué hace ahora mismo? Probablemente paseando, escondiéndose por las esquinas de Ginebra, con miedo de que algún español arrebatado el eche el ojo y se ponga a gritar en pleno Mercadillo de Plainpalais,
-¿No eres tú el Urdangarín, el de la Cristina? El pufo que has dejado en España, macho. No te olvidamos, que pases unas buenas fiestas, lo de prospero año va a ser que no. Salúdame a la Cristina.
Esto pone de los nervios. ¿Y los suizos? Lo miran y ya está, la duda: ¿Lo sabrán o no lo sabrán? Va a comprar el pan con su serillo, con el flequillo sobre los ojos, encogido para que parezca que mide treinta centímetros menos. De esquiar en Vaqueira nada. Y su princesa viviendo en un sin vivir, que ahora parece que sí, que ahora parece que no. Los hijos no entienden nada, están tan liados con la vida que llevan, no saben a qué colegio irán mañana y si esta vida es normal o no. Echan de menos a Catalunya. Por esto que no se preocupen, que a poco que pueda el PP y puede mucho y mal, dentro de unos años habrá más españoles echándola de menos.
En fin, no sé si me he explicado. Por lo menos me he quedado más tranquilo. A ver si el juez Castro le da pronto una salida a esto y podemos pasar a otro capítulo. Hay tantos.
Una cosa le diría a Urdangarín, si lo viera, además de tontaina,
-Amigo, ¿crees que has acertado con el abogado que te has buscado? No es que quiera sembrar la duda, pero tenía que decírtelo.
Que se vea así, un chico que lo tenía todo, y ahora…………y dale Perico al torno. Juez Castro, ¡porfa!

lunes, 16 de diciembre de 2013

El Monopoly, un juego mortal



 Felicito, en primer lugar, a aquellos que se mantienen al borde del juego, y les digo que no desfallezcan y que se unan, que acudan a los plenos de los Ayuntamientos, a las plazas, a donde haga falta, a indignarse, a decir su triste y desconsoladora verdad de jugadores al límite, porque una cosa es segura: Aunque haya gente mejor situada arrimando el hombro, sólo ellos, decididos y unidos, podrán lograr ser escuchados y atendidos. Sólo tienen que ver a los homosexuales, hasta que no han puesto los cojones y los ovarios sobre la mesa y han dicho- ¡Aquí estamos nosotros!, ¿qué pasa?- toda la comprensión del mundo no les ha dado carta de normalidad. Después felicito a los que más o menos sobrellevan las vicisitudes del juego y siguen ahí aguantando, entre bonus por  pasar un día más y alguna que otra tarjeta de la suerte, con decencia y honestidad. Felicito, como no, a los que lo llevan de puta madre y compran hoteles y estaciones más baratas que nunca y también, no quiero olvidarlo, felicito a aquellos que han hecho del juego una mierda invivible, a Bárcenas que se salió del juego y se llevo la pasta que robó a otro tablero, a Iñaki Urdangarín que se saltó las normas , que no está pero que se le espera, al Sr. Millet que nos ha hecho una demostración de que ser ladrón e ir bien vestido y ser culto no está reñido, lo sabíamos pero nunca está mal un recordatorio, a Juan Lanzas y sus correligionarios de UGT de Andalucía, y Cándido Méndez sin dimitir, que nos han hecho una demostración de que ser ladrón e ir en chándal y ser inculto no está reñido, lo sabíamos pero nunca está mal un recordatorio, a los del Palau de la Música, a Oriol Pujol que se piensa que Catalunya es un cortijo, debe ser por culpa de los andaluces emigrados que le deben haber contado algo y él ha querido ponerlo en práctica, a los de la Gurtel que son tantos que empezar aquí a poner nombres pondría los gigas de memoria de Google al borde del agotamiento, y por último felicito a todos y cada uno de esos políticos, son tantos también, que elegidos en las urnas por el pueblo se han dedicado a recortar las ayudas  de la ley de dependencia, las ayudas a los estudios, los presupuestos en Sanidad y Educación, que han subido el IVA, que han aprobado una amnistía fiscal para los ricos y que mientras se suben sus sueldos y aumentan sus prebendas: Presidentes, ministros, diputados, alcaldes, concejales, delgados sindicales…etc., etc.
Nos felicito a todos, seguimos en el juego. En Alcalá de Guadaira tres jugadores han sido expulsados del juego. Y una niña de trece años seguirá en él pero con poco crédito y sin la ayuda de unos compañeros de juego muy queridos.
El Monoly de mesa es un juego que se abandona por dos motivos: O uno se muere, está meneando el cubilete para tirar el dado y le da un jamacuco, que entonces se para el juego y se hacen las ceremonias correspondientes, éste es un trámite que tarde o temprano  le llega a todo el mundo, o se le acaba el crédito y tiene que dedicarse a mirar cómo juegan los demás. En el Monopoly de calle, que es lo que es nuestra sociedad actualmente, uno se va sólo por un motivo: Se muere.
Y hay dos maneras de morirse. Uno. La Naturaleza te llama. Dos. Te empujan, tú mismo u otros.
Este Monopoly tiene muchas variantes y ha sufrido muchos cambios en sus normas a lo largo de la historia pero casi siempre ha permanecido como constante el objetivo del juego: Quedarse con todo.
Un objetivo que siempre ha estado reñido con el carácter lúdico que debe tener el juego pero no ha habido manera hasta hoy de que por encima del hecho de ir quedándose con todo debería primar el de que lo mejor es que todos podamos jugar. Ha habido filósofos, investigadores, teorías mil, sin que hayamos encontrado la manera de compatibilizar esas dos tendencias.
En fin que hemos empleado mucho tiempo elucubrando sobre, y dando recetas a troche y moche, cómo hacer para que del juego sólo nos vayamos cuando la Naturaleza nos llame.
Sin resultados.
En este juego lo peor es desconocer el verdadero aliento que lo sustenta. Hoy en día, vivimos en Occidente una de las variables del juego más peligrosas. Es la variable que podríamos llamar Monopoly Hipócrita, el adjetivo no llama a engaño aunque parezca que sí.
Se diferencia del Monopoly que juegan en gran parte de África en que esta variable es clara y directa. Las estaciones, las calles y los hoteles sólo los pueden comprar algunos jugadores, la gran mayoría de africanos se dedican a tirar los dados y a pasar una y otra vez por las calles sin comerse un rosco.
Luego está el Monopoly Individual que es el que se juega en Corea del Norte, en el que solo juega uno pero por todos o está el Monoply que se juega en Rusia en el que Putin deja comprar y vender pero todo es suyo o el Monopoly de Japón que es un Monopoly que se muerde la cola, aunque, si he de ser sincero, nunca lo he entendido muy bien, a mí lo oriental siempre me ha parecido digno de un cometa. Del Monopoly de EEUU no digo nada porque es conocido en todo el mundo.
De todos el nuestro es el más enrevesado porque se está hablando siempre de las normas y a la vez esas normas están siempre siendo vulneradas, esto es muy cansado. Nadie se llena la boca como nosotros con las palabras Libertad, Justicia e Igualdad y nadie como nosotros se las pasa por los cojones…. Y ahora y cada vez  más por los ovarios, otra esperanza que se pierde, la de que con la llegada de las mujeres al poder alguna cosa se enmendaría…sí, sí.
Con este decir una cosa y hacer otra los jugadores terminan hastiados y juegan por jugar, sin prestar atención y sólo entregados a su calle y su pequeña casa, pues sólo han podido comprar una, mientras que los espabilados compran y compran, desahucian, te cobran por pasar por aquella autopista, te cobran por estacionar en cualquier lado, te cobran  y te cobran y cada vez tienen más dinero. Y ahora voy yo y me pregunto: ¿Pa qué?
Si eres jugador de pequeños gastos pa que quieres más de tres millones de euros, es un suponer, y si eres de grandes gastos pa que quieres más de diez, otro suponer. Todo lo que pase de ahí ponlo otra vez en el tablero pa seguir jugando todos, hombre de pocas luces. No ves que si no luego nadie compra frigoríficos Fagor, ni tostadoras Edesa. Hay que ver con lo apañados que son para apañar billetes, después lo cenutrios que son para entender esto.
Pongo dos ejemplos, uno de bancos y otro de textil, sin nombres, que luego se pican y ajos comen.
Ejemplo 1. Un banco gana dinero un año y otro, y cada año más que el otro, pues un año se planta y dice- no apañaré parte de lo ganado, porque ya tengo pa cuatro vidas-  y se lo hace llegar en créditos superblandos a sus clientes. Estos clientes con estos créditos expandirán sus empresas, contratarán más personal, que ganará dinero y lo llevará a ese banco, con lo que el banco tendrá más dinero para negociar, con lo que al año siguiente y con la misma estrategia hace lo mismo y así. No se harán más ricos. Pero ¿y el gusto que dará ver a la gente feliz y en armonía y que el banquero pueda pasear por cualquier calle sin que lo atraquen para robarle el móvil, el alfiler de la corbata o los gemelos? Y que el Monopoly pueda continuar.
Ejemplo II. Una empresa textil gana dinero, pero gana, gana. En vez de quedárselo todo , pues un año va y con parte de lo ganado, no es necesario todo, crea becas de diferente índole, que es mucho dinero, para estudiantes de música dotados y sin medios, para estudiantes de ciencias dotados y sin medios, para estudiantes de letras dotados y sin medios. Crea guarderías para que sus trabajadores puedan dejar a sus hijos mientras trabajan para él, les sube un poquito el sueldo, se trae alguna fábrica más para España. Y ese año en vez de ganar cien millones de euros sólo habrá ganado veinte, que se le va a hacer, pero ¿y el engrase que el habrá metido a nuestro Monopoly nacional? Y no he dicho lo mejor, toda esa gente que gana más se gastará más en sus tiendas, con lo que al año siguiente ganará más. ¿A que sorprende? Es lo que tiene vivir volcado en los negocios. No se tiene perspectiva. Luego te mueres ¿ y qué?
Bueno pues a pesar de estos dos ejemplos clarísimos no hay manera. Nuestro Monopoly está más mortal que nunca. Más que risas juguetonas se oyen vientos huracanados que se llevan por delante todas las casas de paja que encuentran.

En Alcalá de Guadaira tres jugadores han sido empujados fuera del tablero, no son los primeros ni serán los últimos, dada la incomprensión de nuestros jugadores más señalados. Es una vergüenza nacional que ni tan siquiera nuestros éxitos deportivos pueden ocultar y una prueba de que la caridad no es ni tan siquiera una solución temporal.
Al funeral de estas tres personas no irán grandes personalidades  porque ya fueron al entierro de Nelson Mandela que murió con noventa y cinco años, ahitó de comida y cariño, no como esa niña de catorce años, con el estómago lleno de comida caducada. Y porque no tienen huevos de plantarse allí y por lo menos pedir perdón. Descansen en paz.

Posdata. Está la situación tan jodida que aunque ahora el juez dictaminara que estas personas murieron asfixiadas por una estufa de gas, nada de lo que he escrito arriba carece de fundamento.

sábado, 14 de diciembre de 2013

La Casa Real: Casa Peseta o Casa Euro.



Vaya por delante, antes de empezar a perorar, que soy republicano y no me gusta lo de juancarlista, pero que sin embargo pienso que haber tenido todos estos años un rey nos ha venido muy bien. No porque el pastor sea mejor o peor, sino porque somos un rebaño de muy mal llevar y peor convivir. No respetamos nada. Yo mismo, sin ir más lejos. Perdiéndole totalmente el respeto y sin tener en cuenta su opinión, quisiera que el PP fuese un partido de derechas. Y a ellos seguro que también les gustaría que el PSOE fuese de derechas, ¿Ah, que ya lo es?, bueno, pues que los catalanes no supieran catalán, por ejemplo, eso les chiflaría. O que hubiera un estatuto del pobre. En fin que somos malos, malos. Y necesitamos algo, no sé, una figura emblemática en la que poder depositar nuestra incapacidad para vivir en paz sin necesidad de tutelas. Somos así, debe ser culpa de España. El lugar debe estar maldito. Igual ahora con el trasvase que se va a producir, toda Europa pa España, a disfrutar de nuestro sol y todos los españoles a Europa, a limpiar calles y servir mesas, podemos comprobar si es culpa de los que actualmente habitamos el país o del país mismo en sí. Veremos.
La cosa es que necesitamos de Jefe de Estado a alguien que casi no esté, pero que el casi sea que esté cuando  tiene que estar. Y ahora mismo debería estar, no más, que ya está bastante sino de otra manera.

El pueblo necesita saber si la Casa Real es Casa Peseta o Casa Euro. Me explico. Si la peseta representa la España pasada, de Franco bajo palio, españoles desparramados por el mundo en busca de trabajo, de sólo paella y boina, con los que nos quedamos aquí viajando a Francia para respirar un poco de aire fresco y ver películas eróticas, también, y el euro representa el futuro, una sociedad justa para todos, libertades sociales e igualdad de oportunidades, ahora mismo, aunque tengamos euros en el bolsillo, pocos muchos, muchísimos unos pocos y ninguno algunos y subiendo, esta España es más de peseta que de euros.


Por lo que en estos momentos de desazón, desesperanza, agobio y estrechez, que se ha dado en llamar crisis, cuando para algunos es una ruina, La  Casa Real debería estar desempeñando un papel más activo del que está desempeñando. Porque un cosa es ser políticamente correcto y como Jefatura del Estado mantenerse al margen, en condiciones normales de convivencia y mayor o menor prosperidad, y otra muy distinta, es seguir con esa actitud honorífica de distanciamiento cuando está cayendo la que está cayendo y además los que gobiernan el barco siguen los derroteros que siguen.
¿O es que a La  Casa Real le parece bien?, muchos españoles no lo tienen claro. Yo espero y deseo que no.
¿O es que no está en condiciones de maniobrar dados sus propios problemas? Eso puede ser.
Aunque esta última razón no es suficiente para que La  Casa Real permanezca pasiva. Eso de ser rey es un trabajo muy especial, no se puede pedir permiso sin sueldo ni con sueldo, ni se tiene asuntos propios, se siente.
Si es esto lo que frena a la Casa Real, está muy claro lo que tiene que hacer para que deje de estar frenada: Hacer gestos definidos y definitivos de que acepta las leyes que hay para todos y después llamar a Mariano y cantarle la gallina.
Pero antes habría que tener en cuenta una cosa: El estado actual de La  Casa Real, ¿ha sido fortuito o provocado?  Pues que el rey esté preocupado por sus indiscreciones, además de su salud, y por la zapatiesta que tiene apartada en Ginebra, no cabe la menor duda que menoscaba su capacidad  de actuación, lo tiene como maniatado. Lo que no favorece mucho al pueblo, y el ciudadano tiene la sensación de que está más de un lado que del otro, cuando su lado, indefectiblemente y para bien de todos, debería ser junto a los ciudadanos de su país.
La Casa Real no debe seguir con esta ambigüedad y menos cuando quien gobierna ha incumplido casi todo lo que prometió. Sólo esta razón ya es suficiente para llamarlo al orden, pero si además le añadimos el espectáculo que se está dando con las corruptelas e incapacidades y de regalo la posibilidad de que este valido deje una España más pequenya que la que recibió, La Casa Real está tardando.

No hay que preocuparse excesivamente por los asuntos de la prensa rosa que tienen a La Casa Real un día sí y otro también en las portadas, los ciudadanos cotilleamos sobre todo, nos aburrimos, pero es anecdótico. Pero sí por los asuntos legales que la rodean y ahí si esperamos, y me atrevo a decir que exigimos que se cumpla aquello de que “La Justicia es igual parar todos” y esperamos un gesto de apoyo práctico, no de palabra, que nos permita pensar que puede haber algo más que apariencia.

¿Se acuerdan de Guzmán el Bueno? No era Borbón, pero le echo un par de huevos al asunto y puso su deber de rey por delante de su querer de padre.
No sé si la Infanta Cristina es culpable o no, lo desconozco, aunque sospecho que sí, pero su esposo, a tenor de lo que va saliendo en la prensa, lo es y mucho. Debe volver, pedir perdón y entrar en prisión. La cagó y tiene que pagar.
Con ese doloroso deber cumplido La Casa Real convertirá a este país en un país nuevo, estoy seguro,  y hasta es posible que esa clase política golfa e incapaz que padecemos tome nota y tengamos que decir: ¡Basta de dimisiones, hay tres o cuatro todos  los días , que hartazgo!


 Después de haber barrido, lo mejor es hacer entrega de la casa limpia al sucesor. Intercambio de  Palacio. El Príncipe ya está crecido y  creo que está preparado para pastorearnos  y, me lo dice el instinto, que tiene una futura reina con más capacidades de las que ha mostrado hasta ahora, hubo una época en que la tenía todos los días delante de mí, largando y largando, y pude observarla con detenimiento. Y una cosa digo desde mi humilde rincón de villano, con v de villa y no b de bribón, que el príncipe una vez coronado debería hacer un corto y pego en otro sitio con todo aquel familiar que no fuera o fuese su esposa y sus hijas. Lo digo más que nada porque de aquí a nada, sus sobrinos tendrán edad para atropellar personas en los pasos de cebra o meterse cosas por las narices, que no digo yo que vayan a hacer eso, pero otra cosa harán, sólo hay que echarle un vistazo a las casas reales  europeas. ¿Qué serán modélicos?, mucho mejor. Pero si no lo son y andan de boca en boca, que el ciudadano no le mire a él si no a sus padres o tutores. Hoy, precisamente su hermana Elena cumple cincuenta años. Edad más que suficiente para que se vaya de la tutela del padre y no vale la excusa de que hoy en día se van mayores, porque ella al paso que va, se va vieja. Eso, lo de cortar y pegar, el rey lo hizo muy bien. No creo que el porcentaje de españoles que sepan como se llaman sus hermanas suba del treinta por cien, más o menos.
Y ya Felipe, joven y fuerte, que llame a Mariano y le pase un correctivo, que se lo merece de largo.
Esta es mi humilde opinión.