Mañana lunes vamos a
estar todos molidos de la “juerga” que nos hemos corrido a cuenta de la muerte
de Nelson Mandela,
-Ha muerto un hombre bueno- se oye por aquí.
-Pues yo digo que ha muerto un hombre bueno y digno- se oye
por allá.
-Pues yo aún diría más, que se ha muerto un hombre más bueno
no he visto en mi vida- se oye por acullá.
-Ha más muerto un hombre buenismo- dice el tonto del pueblo.
-Ha muerto el adalid de la igualdad para todos los hombres-
se oye desde el Palacio de la Moncloa, que dices tú, debe ser del lado de la
servidumbre, pues no, que lo ha dicho Mariano Rajoy, chúpate esa (Este hombre
nos saca siglos de evolución, debe andar por el “homo inactivus” del siglo XXVI
más o menos).
Y así llevamos cuatro días, de charanga y pandereta y venga
reporteros para Sudáfrica que el día quince será el acabose.
Todo porque se ha muerto un hombre negro y de viejo, que no se
ha muerto enganchado a las concertinas ni de frio en las calles de Madrid ni
machacado por las fuerzas del orden marroquí , que hacen la segunda criba
porque de su país ya vienen pasando la primera criba, la de los diferentes
tipos de minas donde son explotados por sus mismos paisanos con ayuda de las
multinacionales de “los países desarrollados”, no señor, si no que ha muerto en
la cama, rodeado de los suyos y con todo el cariño del mundo, a los noventa y
cinco años de edad, dos esposas, hijos, nietos y bisnietos y un país sacado de
la esclavitud y el racismo, no sé cuantos premios y sobre todo la conciencia
tranquila por haber actuado con dignidad, justicia y respeto por los seres
humanos.
¿Dónde está la pena?
No- me dicen- es que era un gran hombre que defendió a
los oprimidos y estuvo en la cárcel
muchos años y nos dio una lección a todos de cómo defender unos ideales hasta
el fin.
Acabáramos- digo yo- Era eso. Pues no hay que preocuparse,
si sólo se ha muerto él, sus ideales están ahí. No se han muerto. Son eternos,
estaban ahí antes de que naciera él y seguirán ahí después de que el último
hombre se extinga, para ver si atraen a las cucarachas que me han dicho que van
ser nuestras dignas sucesoras, si es que no se asustan y se creen que los
ideales son un mata-cucarachas y entonces pasa como con nosotros que se acercan
con precaución……..y sólo unos pocos.
Así que hay que estar triste lo justo, somos carne de ataúd,
ya se sabe.
Y otra cosa: ¿Se imaginan lo que hubiera sido de nosotros si
todos los negros que andan por aquí malviviendo y mendigando fueran como Nelson
Mandela? ¡Ah, que no habían caído! Pues caigan, caigan.
Y puesto a imaginar, ¿Se imaginan que todos y cada uno de
los negros de África hubiera sido un “Nelson Mandela”? Ahora sí que están
acojonados……sobre todo los ciudadanos hipócritas que alguna vez los han
despreciado, explotado, engañado, insultado, escupido y cambiado de acera para
no olerlos… y ahora lloran la muerte de Nelson Mandela… Madiba lo llaman
algunos gilipollas que no lo han conocido en su vida.
Y ya para acabar, el día quince veremos en su funeral a más
de un careto que no hubiera dudado en llamarlo terrorista en sus momentos
bajos, los de Nelson Mandela quiero decir.
Y para terminar, a los políticos de este país de corruptos y
sinvergüenzas, se lo recuerdo… se ha muerto un hombre negro viejo……sus ideales
siguen ahí..... Por si se animan, que por ahora parece que no. ¡Hipocritas!
Eres duro, pero nos lo merecemos
ResponderEliminarHoy es martes y lo que dije se ha cumplido generosamente. Hasta Bush, que no habría dudado en su momento en bombardear Sudafrica por tener armas de destrucción masiva,estaba. Me parece que Aznar no ha ido, ¡Cómo estará sufriendo el pobre!
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